jueves, 11 de abril de 2013

Letras e imágenes

Escrito el 20 de septiembre de 2012

¿Te has preguntado alguna vez cómo sería tu vida sin la posibilidad de comunicarte? Un simple hola o un complejo te quiero, fuera de tu alcance. Desde que somos pequeños por medio de llantos y risas dijimos miles de cosas y hasta ahora seguimos en constante comunicación. Aprendimos nuestras primeras palabras, luego aprendimos como plasmarlas a un nivel más real. El escrito.

Pero esto no es el inicio de todo, el proceso de comunicación comenzó al mismo tiempo que el primer hombre pisó la tierra. Lo que pueden ser considerados dibujos algo infantiles oculta un enorme mensaje, uno que sigue siendo cuestionado. ¿Acaso era un intento por pedir a los dioses más alimentos? ¿O quizás fue su forma de decir “Aquí estamos, esto pasó”? Incluso entonces, se buscaba una forma de decir algo.

Quizás fue un segundo, tal vez miles de años. Pero un día, al lado de un par de ríos, se comenzó algo mucho más grande. Tan grande que incluso hoy día es conocido como “El inicio de la historia”. Lo que ahora es tan simple como tomar un lápiz y escribir, para el 5000 a.C resultó ser una tarea complicada y delegada a personas de gran sabiduría. Escribir. Tomar un punzón y una tablilla, transformar una imagen a un símbolo simple y con ellos comenzar a escribir la historia. Una obra bastante impresionante para una población en constante lucha hecha casi enteramente por arcilla, los mesopotámicos.

Al lado de otro río, los egipcios también satisfacían su necesidad por dejar huella en el mundo de forma escrita. Igualmente con una base pictográfica, pero en un mundo de piedra y madera, comenzaron a desarrollar una escritura que dejaba de representar conceptos y empezaba a expresar sonidos. Un avance incluso, si se quiere, más grande del que ya se había hecho. Tampoco era una tarea para cualquiera y fue hasta mucho tiempo después antes que se lograra desvelar los misterios detrás de estos símbolos.

Hablar del mundo oriental parecer ser hablar de un sitio lejano, hablar de su escritura tan complicada a la vista de nosotros nos hace sentir aun más lejos. Basada a su vez en simbolismos, su escritura logró traspasar la barrera del tiempo hasta llegar al día de hoy, a pesar de los cambios y los signos desaparecidos.

Si nos acercamos un poco más, tanto en tiempo como en espacio, vemos que la escritura tenía bases similares. A pesar de las distintas cosas que frenaron el desarrollo, las culturas Maya, Inca y Mexica tuvieron notables aportes en la escritura ideográfica. Viendo la escritura como un regalo divino, se encargaron de crear con plantas los códices en los que escribían dándole un significado especial a cada color que representaban.

Algo en lo que destacaron los Mayas fue en la matemática, su sistema numérico era muy avanzado para su época. Representaban con puntos y líneas los números y contribuyeron el número 0 a la numerología. Su calendario, también con 365 días constaba de 18 meses.

La escritura Mexica o Azteca fue muy similar a la Maya, a pesar de lo complicada que resultaba, su estructura de izquierda a derecha y de arriba abajo hizo más fácil su posterior comprensión. Su sistema numérico, aunque parecido al Maya, se queda a su sombra debido a su poca practicidad.

Y entonces nos encontramos con nuestra escritura actual y solo podemos preguntar ¿cómo llegamos a esto? Nada pasa de repente y el alfabeto latino como lo conocemos es prueba de ello. Proveniente del alfabeto griego, que es una derivación del alfabeto fenicio que procede del alfabeto egipcio. Son nada más y nada menos que 5000 años de historia detrás de lo que parecen ser simples letras que vemos a diario. ¿Algún día nuestro alfabeto será la base de un alfabeto mucho más avanzado?

Así como se nos hace casi imposible imaginar un mundo sin comunicación, se nos hace un nudo en la garganta cada vez que siquiera pensamos en dejar de ver, en dejar todos esos colores y formas que a su vez también están continuamente comunicándonos cosas. Esto se debe a que más de la mitad de la información que recibimos es visual.

Con tanta información bombardeando nuestros sentidos es obvio pensar que hay distintos tipos de dar y recibir esta. Ya sea en un intercambio, en un método directo y unilateral o con mensajes cambiantes seguimos recibiéndola e interpretándola constantemente.

La vista y la comunicación están, entonces, firmemente ligadas. Con letras y símbolos o con imágenes, siempre hay un mensaje a entregar. Ya depende del emisor la forma, efectiva o no, de dar este mensaje al mundo. Y en el diseño, un color o una forma mal elegida podría ser la diferencia entre lo que quieres decir y lo que el receptor entendió. Es importante para esto evitar cualquier contaminación que pueda alterar nuestro mensaje.

Y con tanta curiosidad humana ante todo lo que nos parece digno de contemplar y entender, una ciencia que estudie los signos y su significado parece muy acertado. ¿Cómo podríamos saber entonces que eso dos palitos uno perpendicular al otro (+) significa suma? O ¿cómo entenderíamos que si queremos atraer al público se debe usar una u otra cosa? Complementando esta ciencia la semiosis nos ayuda a no solo saber que significa un símbolo en específico sino también a darle una función.

Para una comunicación eficaz es importante comprender tanto el lenguaje escrito como el pictográfico, sobre todo para el diseñador es fundamental conocer ambos y saber interpretar con imágenes las palabras de la forma más puntual y sin dar lugar a malinterpretaciones.

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